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lunes, 31 de enero de 2011

LA HOMOSEXUALIDAD Y ADOPCIÓN POR PAREJAS HOMOSEXUALES

1. CONCEPTOS BASICOS
1.1  La Homosexualidad
HOMOSEXUALIDAD Y ADOPCIÓN POR PARTE DE PAREJAS HOMOSEXUALES

La homosexualidad (del griego μο, homo ‘igual’ y del latín sexus ‘sexo’) es una orientación sexual y se define como la interacción o atracción sexual, emocional, sentimental y afectiva hacia individuos del mismo sexo. []Etimológicamente, la palabra homosexual es un híbrido del griego homós (que en realidad significa igual y no, como podría creerse, derivado del sustantivo latino homo, que quiere decir ‘hombre’) y del adjetivo latino sexualis, lo que sugiere una relación sexual y sentimental entre personas del mismo sexo, incluido el lesbianismo.
A pesar de que el término gay[1] suele emplearse para referirse a los hombres homosexuales y el término lesbiana para referirse a las mujeres homosexuales, gay es un adjetivo o sustantivo que identifica a las personas homosexuales sin importar su género. Desde 1973 la comunidad científica internacional considera que la homosexualidad no es una enfermedad. Sin embargo, la situación legal y social de la gente que se autodenomina homosexual varía mucho de un país a otro y frecuentemente es objeto de polémicas.[2]
En la sexualidad humana se pueden definir cuatro componentes:
* Sexo (biológico): Atributos genéticos, físicos, funcionales que caracterizan a un sexo. El sexo puede ser varón y mujer.
* Género (sexo mental): percepción psicológica que permite que una persona se identifique como hombreo como mujer.
* Rol sexual (sexo social): conjunto de normas culturales de comportamiento que indican la pertenencia a un sexo.
* Orientación sexual: es la dirección que lleva el deseo sexual, puede ser:
   Heterosexualidad: atracción sexual y afectiva por individuos del otro género.
   Homosexualidad: atracción sexual y afectiva por individuos del mismo género.
   Bisexualidad: atracción sexual y afectiva por individuos de ambos géneros.
La homofobia: Es el miedo u odio irracional hacia la homosexualidad y a todo lo que ella representa.
Salir del closet: Se le da este nombre al proceso mediante el cual los homosexuales hacen pública su preferencia sexual.
1.2 Breve historia de la homosexualidad
El término homosexual fue empleado por primera vez en 1869 por Karl-Maria Kertbeny [   ]y el libro Psychopathia Sexualis de Richard Freiherr von Krafft-Ebing popularizó el concepto en 1886. Desde entonces, la homosexualidad se ha convertido en objeto de intenso estudio y debate: inicialmente se catalogó como una enfermedad, trastorno o patología que había que curar, pero actualmente se entiende como parte integral necesaria para comprender la biología, psicología, política, genética, historia y variaciones culturales de las identidades y prácticas sexuales de los seres humanos.
La homosexualidad ha ocurrido en varias épocas de la historia del mundo y ha sido condenada como un tabú social y moral en todos los casos, excepto unos pocos. Los antropólogos declaran que solamente durante un período del Japón antiguo y en unos pocos casos de grupos especiales de tribus primitivas, ha sido la homosexualidad aprobada. Esta es la verdad: El 2% de los individuos de una sociedad que practican las relaciones sexuales con personas de su mismo sexo, observan una conducta viciosa que -- hasta últimamente -- raras veces ha sido permitida, y mucho menos promovida como un estilo de vida deseable.
Durante la Edad de Oro de Atenas, la homosexualidad fue declarada contra la ley y se la castigaba severamente. A pesar de lo que eruditos con prejuicios políticos puedan decir, los escritos de Sócrates y Platón demuestran claramente que no sólo no eran homosexuales, ¡sino que estaban vehementemente opuestos a la conducta homosexual! Platón mismo fue víctima de sodomía por parte de un regente homosexual, una experiencia que él condenó como la más degradante y humillante de su vida. Más tarde escribió con respecto a la homosexualidad: "¿Quién en su sano juicio podría promulgar una ley que protegiera tal conducta?" ¡Ese era Platón!
La verdad es que casi todas las culturas en la historia se han opuesto a la conducta homosexual. La antigua Grecia, durante la Edad de Oro de la Filosofía, hizo de la homosexualidad un delito, y sus grandes pensadores la condenaron. Alemania Nazi, por el contrario, estaba regida por hombres bisexuales y homosexuales. La historia ha demostrado que el partido Nazi comenzó con grupos clandestinos homosexuales de Berlín. Recibió sus fondos de homosexuales alemanes ricos. Las tropas de choque -- las Camisas Pardas -- que aterrorizaron al pueblo judío, estaban formadas por hombres orgullosos de ser homosexuales.
La oposición a la homosexualidad y su desaprobación no es nada nuevo. En realidad, precisamente lo contrario es cierto. Esa ha sido la respuesta de la humanidad a través de la historia. Cuando algunos segmentos de la sociedad de Grecia antigua comenzaron a practicarla, el gran legislador persa Hamurabi declaró con desprecio que era "una mancha de la que ningún hombre podía limpiarse." La tradición judeo-cristiana, cuyos principios fueron la base sobre la que se fundaron los Estados Unidos, ha condenado la homosexualidad como una abominación ante Dios. Esto no quiere decir que los homosexuales deban ser maltratados o privados de sus derechos civíles; pero significa que nuestra cultura está de acuerdo con la tradición de todas las sociedades civilizadas cuando desaprueba la conducta homosexual o se opone a ella. Lo que es realmente nuevo es el poder sin precedentes, político y cultural, del movimiento homosexual militante. Los que desaprueban la homosexualidad nunca antes habían sido amenazados con la pérdida de su libertad de palabra y creencias, simplemente por razón de sus convicciones.[3]
1.3 ¿Qué es adopción?
La adopción es un proceso legal mediante el cual una persona llega a ser un miembro legal de una familia diferente a aquella en que nació. Una vez que el tribunal a emitido una orden final de adopción, los padres adoptivos obtienen los mismos derechos y obligaciones que los padres que los procrearon; subsiguientemente, un niño adoptado obtiene los mismos derechos que los que tiene un niño nacido de sus padres en relación con herencia, sostenimiento de los hijos y otros asuntos legales.[4]

2. ADOPCIÓN HOMOPARENTAL

La adopción homoparental es la adopción de un niño por parte de una persona o una pareja de personas homosexuales, formándose una familia homoparental.
En lo que respecta a la regulación dentro del derecho civil, la adopción homoparental consiste en que un niño pueda ser adoptado, y así, legalmente sea hijo de los dos miembros de una pareja compuesta por dos personas del mismo sexo La adopción homoparental es un derecho reconocido en Andorra, Argentina, Bélgica, Canadá, Dinamarca, España, Guam, Islandia, Israel, Noruega, los Países Bajos, el Reino Unido, Sudáfrica, Suecia, Uruguay y en ciertos territorios de Australia y Estados Unidos.[1] En Alemania, Finlandia y Francia es legal la adopción del hijo del otro miembro de una pareja de hecho o unión civil.
2.1 Adopción y sociedad
Hasta hace poco se perseguían y discriminaban las relaciones homosexuales, se discriminaba a las madres solteras y a las parejas de hecho. Ahora se tolera esto y otras formas de quererse y relacionarse, pero se sigue negando la plena equiparación legal y social a las opciones afectivas sexuales distintas a lo heterosexual, y a las formas de vivir y expresar la afectividad distintas a la familiar matrimonial monógama, es decir a la adopción de niños y formación de familias con padres homosexuales.
Por otro lado aun persisten en nuestra sociedad comportamientos homofóbicos, que se traducen en discriminación laboral, en negación y desprecio y burla hacia lesbianas y gays y transexuales. Si aun se da este tipo de discriminación en nuestro país por el simple hecho de ser homosexual, imaginémonos entonces la idea de que estas parejas adopten a un hijo, el cual se crie de alguna manera en condiciones “anormales” visto desde la sociedad en la que vivimos.
Éste es uno de los reclamos de los homosexuales que más debate y oposición ha suscitado. Hay 8 estados europeos en los que el matrimonio entre personas del mismo sexo es apoyado por más del 50% de los ciudadanos, las adopciones homoparentales sólo son aceptadas por más de la mitad de la población en 3 estados (Países Bajos, España y Suecia), y hay 4 estados donde menos del 10% de la población está a favor, mientras que en ninguno hay un porcentaje tan bajo de apoyo al matrimonio entre parejas del mismo sexo. En Polonia, Malta y la República Checa, la adopción recibe menos de la mitad del apoyo popular que el matrimonio. Mientras que en Latinoamérica el nivel de aceptación es muy bajo, e incluso algunas constituciones no reconocen el matrimonio ni la unión de hecho siquiera de estas parejas, peor aun la adopción por parte de estas.
2.1.1 Religión
La Iglesia ha señalado que permitir las alianzas matrimoniales equivaldría a propagar un virus en la sociedad, pues defiende el matrimonio heterosexual como fundamento de la familia, algo irremplazable y necesario para la correcta educación de los hijos. Además alegan que Dios se opone a la homosexualidad por que no beneficia al individuo y es algo innatural y vergonzoso.
Quizá por esto muchas personas religiosas no aceptan esta declinación, ya que lo ven como algo impuro, una ofensa a Dios.
El tema de la adopción de niños por parte de uniones homosexuales no es un tema de religión, de filosofía o de sociología. Es algo que refiere esencialmente al respeto de la misma naturaleza humana. Aceptar la adopción de niños por parejas homosexuales es ir contra la misma naturaleza humana, y consiguientemente es ir contra los derechos fundamentales del ser humano en cuanto persona.
Como de costumbre, cualquier intento de conceder a los homosexuales y otras minorías despreciadas por la Iglesia los derechos que tenemos los demás es rechazado con el argumento de que “hay que pensar en los niños” y con esa pseudo-antropología que se resume en “hombre tiene pene, mujer tiene vagina, hombre sólo va con mujer, amén”.[5]
Cotugno mismo nos señala:
En definitiva, los niños no pueden ser utilizados como instrumento para la reivindicación de derechos de unas personas, de un grupo; ni la adopción es una institución que pueda regirse por criterios de conveniencia política.
Habla el representante de una institución que, con el pretexto de proteger a los niños y a la familia, los utiliza en campañas políticas muy sucias, plagadas de prejuicios y de desinformación, para mantener un statu quo injusto.
2.2 Investigaciones científicas sobre la Adopción
Homoparental es el término que se utiliza para designar a las familias que están encabezadas por una pareja homosexual. En oposición, a las familias encabezadas por una pareja heterosexual podríamos llamarlas heteroparentales
La American Psychological Association (APA, Asociación Estadounidense de Psicología) reporta todo un historial de investigaciones sobre crianza de niños y niñas por parejas de homosexuales y lesbianas; esta literatura va desde los ochentas hasta años muy recientes. La doctora Charlotte J. Patterson presenta varios de dichos estudios y sus conclusiones en el sitio web de la APA (www.apa.org), concretamente en una página llamada Lesbian & Gay Parents (padres y madres gays y lesbianas).
Varios aspectos de esta revisión me llaman seriamente la atención:
·      Antes que nada, el hecho de que en efecto existen familias encabezadas por parejas homosexuales. Cuando se discute el asunto de la adopción para parejas homosexuales, se enfatiza mucho en los potenciales adoptantes, pero no se mira el asunto de aquellos que ya crían hijos a pesar de que ni el sistema legal da cuenta de estos hechos (de ninguna manera: no permite, no penaliza, no regula, nada). Esto nos da una lección: debemos tener en cuenta esos casos. Y debemos tenerlos en cuenta de dos modos al menos:
(1) Primero, como experiencias que nos pueden enseñar algo acerca de la idoneidad de las parejas homosexuales como padres; no tenemos que especular al respecto, basta consultar los hechos y hacer las preguntas correctas (¿tienden a ser buenos o malos padres, o se ven ambos casos? ¿se diferencian sensiblemente de los padres heterosexuales o no? ¿qué se puede decir en general de las niñas y niños criados por parejas de gays o lesbianas? ¿se diferencian sensiblemente de las niñas y niños criados en otros tipos de hogares o no?…)
(2) Segundo, deben ser tenidos en cuenta como factor a considerar a la hora de juzgar si la adopción les debe ser concedida o no a las parejas homosexuales. El hecho de que ya existan estas familias hace el asunto más espinoso. Pues no solo se trata de resolver si las parejas de gays y lesbianas que no tienen hijos a su cargo podrían adquirir esa potestad por adopción, también debe resolverse si a las familias homoparentales ya existentes deben concedérseles los mismos derechos que a las ya reconocidas por la ley.
·      Mucha gente cree que las personas homosexuales son mentalmente disfuncionales y que no son aptos para criar y formar una familia. Ha habido investigaciones sobre familias homoparentales y, como lo reseña Patterson, coinciden en que estas creencias populares no tienen soporte empírico.
·      Algunos estudios sugieren que, incluso, las familias homoparentales son más aptas para la crianza de las niñas y niños que las heteroparentales. No tienden a utilizar castigos físicos y prefieren razonar, y tienen más conciencia de la responsabilidad de la crianza (Patterson destaca esto último en el caso de parejas de lesbianas).
Esto sí que me sorprende, porque honestamente lo que me espero que ocurra es que no haya diferencia significativa entre las familias homoparentales y otro tipo de familias. Pero valga recordar que apenas algunos estudios, y no todos, sugieren la superioridad de las primeras.
Fuera de lo dicho, Patterson insiste en que la APA decidió dejar de considerar la homosexualidad como un desorden mental desde 1975, siguiendo el ejemplo de la American Psychiatric Association (Asociación Estadounidense de Psiquiatría), que hizo lo mismo en 1974. Igualmente procedió la National Association of Social Workers (Asociación Estadounidense de Trabajadores Sociales) en 1994. La doctora no ahonda en el porqué (o los porqués) de este giro, pero tal vez el tema sea de relevancia aquí.
Tal vez tenga que volver a estos estudios en el futuro. Por ahora, para la próxima quisiera hablar sobre otro asunto que suele ignorarse en las discusiones sobre el tema de la adopción para parejas del mismo sexo. Suele asumirse que este paso supondría una seria reevaluación del concepto de familia. ¿Pero qué tan seria? Se dice que muy seria porque se asume que las familias son generalmente del tipo papá-mamá-hijos. Pero si uno observa detenidamente, se dará cuenta de que cada vez más este modelo es menos la regla y más un tipo particular dentro de muchas formas de familia… La realidad es más asombrosa que la ficción.[6]
Por otro lado La Academia de Pediatría de Estados Unidos recomendó que las parejas gay puedan adoptar niños. Llegaron a esa conclusión luego de años de elaboración de diversos estudios que concluyeron que los niños educados por ellas no difieren de los niños criados por parejas heterosexuales.
Esta decisión trajo polémicas en ese país y en todo el mundo. ¿Cuál es el motivo que consideran los críticos a esta medida? Opinan que la homosexualidad es “contagiosa” y “pervertirá” a los niños, convirtiéndolos también en homosexuales. Esta postura parte de la convicción de que la homosexualidad es una enfermedad mental.
En 1973, la Asociación de Psiquiatría de Estados Unidos, y en 1974, la Organización Mundial de la Salud, determinaron que la homosexualidad no es una enfermedad mental, salvo en los casos de “egodistonía”, es decir, de conflicto por la orientación homosexual.
Siguiendo este criterio, podemos pensar que lo fundamental a tener en cuenta para determinar si una persona puede adoptar un niño es su equilibrio psíquico, su salud mental. En ese sentido, tanto los hetero como los homosexuales pueden ser saludables o no mentalmente. No depende de la orientación sexual. Conocemos lamentables casos de hombres heterosexuales  “respetables” que llevan una doble vida en la que incluyen prácticas sexuales violentas y delictivas.
Por otro lado, no se elige ser homosexual, así como no se elige ser heterosexual. Aún se desconoce científicamente cuáles son los motivos por los que una persona se orienta sexualmente hacia la homo, la bi o la heterosexualidad. Desde teorías genéticas hasta de estructuración familiar, todas pueden dar explicaciones, pero esas mismas teorías también podrían explicar diversos tipos de personalidad con mayor o menor salud mental.
La adopción requiere de personas adultas sanas que deseen dar amor, cuidado, respeto, proyectos positivos de vida  a niños que de otro modo quedarían subsumidos en la muerte psíquica y social. No todas las personas heterosexuales ni homosexuales están emocionalmente preparadas para la difícil tarea de criar sanamente a un niño. Es necesario que quienes se ocupan de diagnosticar a los posibles padres adoptivos lo hagan desde el conocimiento científico y profesional y no desde sus prejuicios y valores discriminatorios. [7]



3. HOMOSEXUALIDAD Y ADOPCIÓN VISTA DESDE LA FILOSOFÍA
Sigmund Freud[8] trata de explicar la homosexualidad con la noción de narcisismo, cuando los jóvenes buscan alguien como ellos para amarlos como sus madres los amaron a ellos. Para Freud, existe una etapa de la evolución psicosexual entre el autoerotismo y el amor objetual. Sostiene que existe un equilibrio entre la libido o energía del yo y la libido de objeto y cuanto más aumenta una, más se empobrece la otra.
Cuando el yo retira la energía del objeto y la retorna al sujeto, el narcisismo, cuyo yo aún no existe como unidad, representa un estancamiento de la libido, produciendo un predominio del narcisismo infantil en la formación del yo.
Desde un punto de vista genético se puede inferir que el yo se constituye como unidad psíquica correlativa al esquema corporal, una cierta captación amorosa de la imagen de si mismo que se basa en el modelo de su propio yo.
Pero Freud reconoce también un narcisismo primario, primitivo, antes de que el sujeto se relacione con el ambiente y su prototipo lo constituiría la vida intrauterina. Sin embargo, no abandona la idea de un narcisismo secundario correlativo a la formación del yo, afluyendo la libido al yo por las identificaciones.
El narcisismo primario, entonces, indica el estado primitivo en el que el niño lleva toda su libido sobre si mismo, tal estado correspondería a la creencia del niño en la omnipotencia de sus pensamientos; y el secundario señala el retorno al yo de la libido retirada de los objetos amorosos. Desde el punto de vista estructural, el ideal del yo representa una formación narcisista que jamás es abandonada.
Dejando a Freud de lado, las características propias de cada persona en todos los aspectos tanto orgánicos como funcionales, necesitan de un campo propicio para desarrollarse, cuya base puede ser hereditaria o congénita. Por otro lado, todos sabemos que tanto hombres como mujeres contamos con los dos sexos, uno que se atrofia y el otro que se desarrolla.
Con respecto a la homosexualidad, son pocos los casos que tienen como fundamento cuestiones genéticas; ya que la mayoría de ellos están relacionados con identificaciones negativas en la infancia.
Una madre dominante y un padre ausente o la falta de figuras sustitutas masculinas pueden llevar a una elaboración negativa del Complejo de Edipo, en el varón y a una identificación con el progenitor del sexo opuesto. En el caso de las mujeres de la misma manera pero con el progenitor opuesto.
Existen muchas personas con homosexualidad latente y esto no necesariamente los conduce a tener relaciones homosexuales. Las mujeres que tienen tendencia a asumir el rol de hombres, tienen una homosexualidad latente y suelen atraer y ser atraídas por hombres que también tienen tendencias homosexuales latentes inconscientes.
Existen incontables parejas de esas características; son aquellas no asumidas, hombres que buscan en una mujer lo masculino y mujeres que buscar en un hombre lo femenino, que son aquellas numerosas mujeres que en sus casas llevan los pantalones. En estos casos se trata de una elección, como cualquier otra, se elige vivir la trama de la propia historia según el significado que cada uno quiera darle a su propia vida.
"Deduzco" dice Freud, “...que su hijo es homosexual. Me impresiona mucho el hecho de que usted no menciona esta palabra en su información sobre él. ¿Puedo preguntarle por qué evita el uso de ese término?. La homosexualidad no es una ventaja, pero tampoco es algo de lo que uno deba avergonzarse; un vicio o una degradación, ni puede    clasificarse como una enfermedad. Nosotros la consideramos como una variante de la función sexual, producto de una detención en el desarrollo sexual."
 Y continua, “muchos individuos altamente respetables, de tiempos antiguos y modernos, entre ellos varios de los más grandes (Platón, Miguel Ángel, Leonardo da Vinci, etc.) fueron homosexuales, Es una gran injusticia perseguir la homosexualidad como un crimen y es también una crueldad.”
También nos dice Freud “Defiendo la postura de que el homosexual no es propiedad de un tribunal. Además tengo la firme convicción de que tampoco los ho­mosexuales deben ser tratados como enfermos, ya que una orienta­ción perversa está lejos de ser una enfermedad. ¿Eso acaso no nos obligaría a caracterizar como enfermos a grandes pensadores e inte­lectuales a quienes admiramos por su salud mental?” [9]

La Teoría Queer y la Construcción Social de la Sexualidad.
Con la aparición del movimiento de liberación gay en la era post-Stonewall, comenzaron a formularse en la política, la filosofía y la teoría li-teraria perspectivas desembozadamente gays y lésbicas. Inicialmente a menudo estaban abiertamente vinculadas con los análisis feministas del patriarcado (e.g., Rich, 1980) o con otros abordajes teóricos más tempranos. Sin embargo, en los últimos años de la década de 1980 y en los primeros de la década del noventa se desarrolló la teoría queer, aunque existen antecedentes obviamente importantes que hacen difícil fecharla con precisión. La teoría queer difiere de la teoría de liberación gay temprana en varios aspectos, pero se puede percibir una importante diferencia inicial en las razones por las que se elige el término queer como alternativa a “gay y lésbico”. Por ejemplo, algunas versiones de la teoría lésbica retrataban la esencia de la identidad y sexualidad de las lesbianas en términos muy específicos: se la pintaba como no jerárquica, consensual, y, en términos específicos de sexualidad, como no necesariamente enfocada en los genitales (e.g., Faderman, 1985). Las lesbianas que construían sus argumentaciones a partir de este marco teórico, por ejemplo, muy bien podrían haber criticado a los teóricos de la ley natural por inscribir en la propia “ley de la naturaleza” una sexualidad esencialmente de varón, centrada en los genitales, la penetración y el estatus del orgasmo varonil (los teóricos de la ley natural nunca mencionan los orgasmos de la mujer).
Este abordaje, basado en caracterizaciones de la identidad y la sexualidad ‘lésbica’ y ‘gay’ presenta sin embargo tres dificultades. En primer lugar, es evidente que aunque la meta sea criticar al régimen heterosexista porque excluye y marginaliza a aquellos cuya sexualidad es diferente, cualquier explicación específica o “esencialista” de la sexualidad gay o lésbica surte el mismo efecto. Si nos quedarnos con el ejemplo presentado más arriba acerca de la conceptualización específica de la identidad lésbica, vemos que denigra a las mujeres que sexual y emocionalmente se sienten atraídas a otras mujeres, pero que no encajan en la descripción. Se puede argumentar que las sadomasoquistas y las lesbianas bombero/fem no encajan en este ideal de ‘igualdad’ que se ofrece. Un segundo problema es que al colocar tal énfasis sobre el género de la propia pareja sexual (o parejas), se marginalizan otras importantes fuentes de identidad, tales como la raza y la etnicidad. Por ejemplo, para una lesbiana negra lo que tiene máxima importancia es su lesbianismo y no su raza. Muchos gays y lesbianas de color atacaron este abordaje, acusándolo de reinscribir una identidad esencialmente blanca en el centro mismo de la identidad gay o lésbica (Jagose, 1996).
El problema tercero y final que enfrenta el abordaje de la liberación gay es que a menudo parece tomar la propia categoría de “identidad’” como algo no problemático y no histórico. Sin embargo, esta visión, en gran parte a causa de los argumentos desarrollados dentro del pos-estructuralismo, parece ser cada vez más insostenible. La figura clave en el ataque contra la identidad en cuanto ente ahistórico es Michel Foucault. En una serie de obras se dedicó a analizar la historia de la sexualidad desde la Antigua Grecia hasta la edad moderna (1980, 1985, 1986). Aunque el proyecto fue cortado trágicamente de cuajo por su muerte en 1984 por complicaciones surgidas del SIDA, Foucault hizo una articulada formulación que mostró qué profundamente pueden variar las formas de comprender la sexualidad a lo largo del tiempo y el espacio, y sus argumentos han resultado tener mucha influencia en la teorización gay y lésbica en general, y en la teoría queer en particular (Spargo, 1999). [10]
También Tomas. Abraham nos dice desde su perspectiva  "Creo que el casamiento gay es un tema relativamente menor...Lo que sí me parece fundamental es lo conciernente al tema de la adopción en el caso del matrimonio gay. Nada peor para un niño o niña que la vida terrible de los orfelinatos. Ser buscado, deseado y recibido en una casa y educado con amor no tiene precio, es invalorable. Y si la pareja que adopta al chico está formada por dos mujeres o dos varones, es lo mismo que si lo hubiera hecho un matrimonio heterosexual. Por supuesto que el sistema de identificaciones, los juegos especulares del imaginario psíquico, y todas esas cosas que nutren consultorios y divanes varían de acuerdo a la organización familiar. Las derivaciones edípicas son infinitas, pero nada tienen que ver ni con la felicidad, ni con la salud, ni con el equilibrio emocional. De una pareja gay que se quiere y ama a su hijo, lo que crece es de buena madera, luego la vida dirá lo suyo."[11]

4. LEGISLACION Y ACTUALIDAD
4.1 leyes Ecuatorianas
Primero refirámonos a lo que la Constitución de la República del Ecuador se refiere con respecto a la definición de matrimonio y unión de hecho, y también a lo que manda sobre la adopción.
Matrimonio
Art. 67.- La familia, sus tipos y el matrimonio.- Se reconoce la familia en sus diversos tipos. El estado la protegerá  como núcleo fundamental de la sociedad y garantizará condiciones que favorezcan integralmente  la consecución de sus fines. Estas se constituirán por vínculos jurídicos o de hecho y se basarán en la igualdad de derechos y oportunidades de sus integrantes.
El matrimonio es la unión entre hombre y mujer, se fundará en el libre consentimiento de las personas contrayentes y en la igualdad de sus derechos, obligaciones y capacidad legal.
Unión de hecho y adopción
Art. 68.- Unión de hecho.- La unión estable y monogámica entre dos personas libres de vinculo matrimonial que formen un hogar de hecho, por el lapso y bajo las condiciones y circunstancias que señale la ley, generará los mismo derechos que tienen las familias constituidas mediante matrimonio.
La adopción corresponderá sólo a parejas de distinto sexo.[12]


Ahora veamos lo que dice nuestro Codigo Civil acerca de los temas antes mencionados.
Matrimonio
Titulo III Del Matrimonio
Parágrafo 1º.
Art .81.- Definición.- Matrimonio es un contrato solemne por el cual un hombre y una mujer se unen con el fin de vivir juntos, procrear y auxiliarse mutuamente.
Unión de hecho
Titulo VI De las uniones de hecho
Art. 222.- Derechos y obligaciones de las uniones de hecho.- La unión estable y monogámica de un hombre y una mujer, libres de vínculo matrimonial con otra persona, que formen un hogar de hecho, por el lapso y bajo las condiciones  y circunstancias que señale este código, generará los mismos derechos y obligaciones que tienen las familias constituidas mediante matrimonio, inclusive, en lo relativo a la presunción legal de paternidad, y a la sociedad conyugal.
Adopción
Título XIV De la adopción
Art.314.- Definición.- La adopción  es una institución en virtud de la cual una persona, llamada adoptante, adquiere los derechos y contrae las obligaciones de padre o madre, señalados en este título, respecto de un menor de edad que se llama adoptado.[13]

Podemos deducir de la siguiente manera que según lo estipulado en la Constitución  Código Civil:
-       La parejas homosexuales no pueden contra en matrimonio en el Ecuador, simple mente mantener una unión de hecho.
-       Esta demasiado claro aquel articulo constitucional que nos dice que la adopción corresponderá solamente a parejas del mismo sexo, o sea que nunca podrá adoptar una pareja homosexual.

4.2 Adopción por homosexuales en Latinoamérica
Uruguay
Uruguay se convirtió  en el primer país de América latina en aprobar una ley que iguala las condiciones para la adopción de niños por parte de matrimonios y uniones de concubinos, incluidas parejas homosexuales.
La aprobación, de la ley se produjo en el Senado por 17 votos de los 23 senadores presentes. Se trata de la mayoría oficialista del Frente Amplio, menos dos del partido Colorado, del total de los 31 integrantes que tiene la Cámara alta.
La iniciativa había sido aprobada en agosto por Diputados por 40 de los 53 legisladores presentes, cuando la Cámara cuenta con un total de 99 diputados.
La senadora de la gobernante coalición de izquierdas Frente Amplio, Margarita Percovich, aclaró que las parejas homosexuales ya podían adoptar niños en Uruguay desde la aprobación del Código de la Niñez y la Adolescencia, en 2004.
El proyecto, sin embargo, modifica aspectos de dicho código, apunta a que "los niños que son adoptados por parejas en unión civil se igualan en sus derechos a los niños adoptados por los matrimonios", señaló Percovich.
"Se critican cosas de esta ley porque lo que hace es eliminar intermediarios interesados en mantener las cosas como están. Y eso que antes los homosexuales, sin pareja, ya podían adoptar niños", dijo.
Para la senadora, la oposición a la posibilidad de adopción de homosexuales en realidad lo que oculta son los intereses de instituciones católicas que antes se encargaban de seleccionar familias para entregar niños en adopción cuyo único criterio "era que fueran católicos", por lo que la nueva ley lo que hace es permitir "que adopten personas con otras características".
La legisladora explicó que "los niños adoptados por parejas consensuales tenían menos derechos que los adoptados por los matrimonios", al tiempo que agregó que el proyecto acorta los plazos para los procedimientos de adopción.
El proyecto generó críticas de la iglesia católica y sectores conservadores. [14]

5. CONCLUSIONES PERSONALES
A nuestro pensamiento y luego de haber analizado  los diferentes aspectos que conlleva la homosexualidad, es decir consecuencias tanto en los propios niños como en la sociedad,  vemos que  la homosexualidad viene desde tiempos muy primitivos, solo que no ce conocía específicamente su problema. Hoy por hoy sabemos que la homosexualidad no es una enfermedad, sino simplemente un género de preferencia sexual y al  irse adaptando el mundo, pues también la gente va haciéndolo y nuestras sociedades vamos poco a poco aceptando este tipo de preferencia. Si bien a las personas en el mundo les a costado adaptarse a este tipo de cambios en las personas, de echo la Iglesia lo prohíbe, pues como dije poco a poco la mentalidad humana se vuelve mas liberal y por ende acepta estas condiciones. Aún así al pensar en la palabra adopción, esta no suena rara, sin embargo al decir  que una pareja homosexual adopte a un niño, de inmediato nuestros sentidos morales sobresalen y nuestro pensamiento no lo admite.
Pues si las sociedades han aceptado  de una manera avanzada la homosexualidad, aun nos hace difícil pensar en que puedan adoptar niños, pensando en el futuro que tendrán y en la forma en que la pareja pueda llevar el camino de la familia.
Aunque en las diferentes investigaciones científicas se dice que los niños adoptados por homosexuales son iguales a los niños hijos de parejas heterosexuales, pues esto no se podría aplicar en todos, ya que cada uno es un mundo diferente y también depende  de cómo lleve la pareja homosexual  el ámbito de la familia.
Por ende a nuestro consentimiento, nos parece que el matrimonio homosexual esta muy bien aceptado en algunos países, incluso en el nuestro debería aceptarse el matrimonio, ya que así no se discrimina a estas personas, sino se les da un aire de apoyo a sus ya duras vidas. Pero no permitimos que se adopte a niños ya que estando en la sociedad que estamos sería muy duro para ellos acogerse a la misma, sabiendo que son hijos de  padres del mismo sexo y sabiendo lo que la sociedad podría conllevar.
Por ende no recomendamos ni apoyamos de ninguna manera la adopción por parejas homosexuales, al menos no en nuestros tiempos en los que este tipo de aceptación va empezando aun su cambio de adaptación.

6. ANEXOS

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Sigmund Freud y la Homosexualidad








Imágenes representativas

          7. BIBLIOGRAFÍA

Código Civil Tomo I, Corporación de estudios y publicaciones, pág. 18, 45 y 59Brent. L. Pickett, Articulo sobre la Homosexualidad, Agosto 2002


http://shaikai.wordpress.com/2009/07/28/adopcion-y-parejas-del-mismo-sexo-ii-
Biblioteca de consulta Encarta 2003
www.wikipedia.org/ La homosexualidad



[1] En español significa “alegre”.
[2] www.wikipedia.org/ La homosexualidad
[3] Fuente: Debate Points: Homosexuality in World History. Compilado y distribuído por: Colorado   for family Values.
[4] Biblioteca de consulta Encarta 2003
[5] Arzobispo Nicolás Cotugno, Tomado de Alerta Religión / Venezuela Diversa , septiembre 2010
[6] http://shaikai.wordpress.com/2009/07/28/adopcion-y-parejas-del-mismo-sexo-ii-
[8] Sigmund Freud (1856-1939), médico, neurólogo y filósofo austriaco, fundador del psicoanálisis y algunas teorías que buscan explicar anomalías en la mente.

[9] Entrevista a Sigmund Freud, Viena  1903
[10] Brent. L. Pickett, Articulo sobre la Homosexualidad, Agosto 2002
[12] Constitución de la República del Ecuador, Corporación de estudios y publicaciones,2009, pág. 24-25
[13] Código Civil Tomo I, Corporación de estudios y publicaciones, pág. 18, 45 y 59.
[14] http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1172501

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